miércoles, septiembre 02, 2015

La Noche



La noche


   El día se anunciaba caluroso, y la noche fresca con luna llena. 
   
   Esplendorosa.

   Pero nada que a mi percepción sea digno de merito, que llame mi atención y distinga a esta noche de las demás noches de mi vida. Por lo menos de estos últimos años (relevante). Es que las noches conocidas, consuetudinariamente, como aquel momento en el que el sol esconde y se visualiza la luna, marcando una linea temporal; para mi, particularmente, no significa lo mismo. Existe una noche que muy pocos reconocen, que esta infimamente relacionada con la penumbra. Un apagón contundente del espíritu. Producto de lo que si conocemos como vida. Es que la vida lleva, acorrala, te plantea cuestiones, te enseña, pero en muchos casos te noquea. Golpea y arremete violenta y tenaz, que shockea. Acarreando dolor, desarraigo, tristeza y llevando consigo hasta su propio significado. Todo en un impulso, un exiguo movimiento, tan imperceptible que asombra.

   Pero no nos percatamos de ello hasta que... hasta que nuevamente nos golpea, despertando. Anunciando su próximo desafío. El reto que mas cuesta, el que mas duele, pero quizás el mas decisivo de todos: asumir la realidad, reconocer el presente tal cual, saber dónde se esta parado, y hacia dónde dirigirse. Y duele tanto... Que en el mayor de los casos lo preferible es desactivar los sentidos para esquivar aquel momento, con la certeza de que no sera por mucho tiempo. Razón por la cual se pone el mayor empeño en negar que existe, el mayor tiempo posible, creando escudos firmes, grandes murallas de impermeabilidad. Que bloquee de tal manera el alma, que las posibilidades de que algún instante de vacilación y flaqueo penetren, sean nulas.

   De pronto la ceguera y la monotonía se apodera de cada fibra del ser. La existencia misma solo se ha reducido a eso, existir. Y se estaba bien así, se es más llevadero el día a día, y las noches son menos largas. Aunque en lo mas profundo, ahí en lo recóndito esté latente esa asignatura pendiente, la deuda con el destino que carcome de culpa.

   La noche se volvió eterna, una constante. Esta noche, debía ser como otras tantas, porque ese era el trato, así debía ser. Cambio vida, por no sentir. Por no sufrir. Cambio vida por morir en ella (?)

   Y así debía ser, así se estaba bien.
Un paso, dos quizás, no supe bien distinguir en que instante baje la guardia y me deje ser. Permiti al frío tocarme, al calor abra(z/s)arme. Al dolor invadirme y a la tristeza lastimarme. No oí su fuerte llamado a lo lejos. Estaba claro que era el momento. Pero no lo vi venir. Creí haberlo logrado, que había burlado a la vida. Pero no soy mas que un ciervo frente a su inmensidad tan difícil de comprender y desafiar. Porque ella sabe mas por eterna.
   
   De un instante a otro mi muralla se deshizo, no pudo contener tanta presión. Tanta energía. Simplemente no lo resistió, porque lo que pujaba era mas fuerte. Y mas inteligente. El pasado se presento furioso por haber sido obviado, de forma incoherente y cobarde. Y la primera puñalada estuvo en el recuerdo. El recuerdo de lo bello, de lo sublime. Aquel fragmento donde el orden cosmico estaba en paz conmigo. Donde no había motivo para estar mal. Aquella plenitud que súbitamente se me fue arrebatada. Sin razón aparente. Enojada con el universo jure nunca mas invocar nada, absolutamente nada, relacionado con aquel estado tan hermoso. Porque llevaba implícito augurios de mucho pesar. Tan sobrecargados que eran imposibles de tolerar.
Cambié vida por morir en ella.

   Y no me había dado cuenta. Ahora todo duele mas. Me deje llevar, y el recuerdo bailo en mi mente. Ahora la razón de que todo lo que estaba ocurriendo, ocurría era porque una luz, muy pequeña había iluminado mi noche eterna. No sabia que estaba en penumbras hasta que apareció. Y ahora todo tiene sentido y esta claro. Pero la decisión estaba en si aceptaba que la vida llegara mas lejos, si permitía al destino ingresar a esos espacios recónditos y herméticos preservados por el tiempo y el olvido, el bloqueo.

   Una lágrima se asomo con valor. Y supe que había flaqueado. Los hombros me duelen menos esta vez. De pronto estaba parada en el mismo sitio, con la misma sensacion, era un vaivén constante entre lo placentero y lo doloroso. Estaban conviviendo juntos el presente y el pasado. En mis pobres cavilaciones, me había convencido de que jamas volvería a sentir lo que estaba sintiendo, era bueno. Pero así de bueno, también era doloroso. Es que se que ya no esta. Su ausencia ya no era un mito, era real, tangible. Ella ya no habitaba este mundo. Por supuesto que no. Y yo lo sabia, lo sabia desde el día en que se marcho sin despedirse. Lo sabia tan bien. Que decidí olvidarlo. Esconderlo, taparlo. Muy inútil y cobarde.

   Pero deseaba un segundo mas a su lado... Lo deseaba tanto. Que de castigo no podía ni siquiera soñarla. Pero así estaba bien, así era mas llevadero. Hoy no esta, no. Que difícil. No puedo siquiera tolerarlo. Pero es la realidad. Porque negarlo?
Que me hizo pensarlo? Si, eso. Ese sentimiento sublime. difícil de explicar. Ese sentimiento familiar de tenerla a su lado. Se sintio tan real, que no pude contenerme mas, y me rendí. Porque la extraño, porque se que no esta, que no estaba, que no la tocare mas, que no me hablara mas, que no me mirara mas. El abismo es grande. Me toco cada fibra de mi ser. Se destruyo todo. Porque así debía ser. Porque no podía negarlo mas. Porque era cruel, era desleal, era una tortura.

   Reviví. Reviví cada segundo. Y revivir implica sentir. Y sentí, sentí frío, sentí calor, sentí angustia, sentí dolor. Todo lo sentí. entonces sentí amor, sentí paz, sentí alegría, sentí que todo era de color. Que estaba vivo. Que era real. Que no era un sueño. Y era tan familiar. Su imagen en mi mente. Un regalo.

   Iluminada con la verdad y la imaginacion, le propuse a la vida una tregua. Y esta amable y predispuesta acepto. Porque no era mala. Sino sincera. Y yo no quería mas mentiras. Le pedí que me dejara disfrutar ese instante, tan pequeño, a cambio de revivir, de volver a ser humana. Y así fue que la recordé, con tanto pesar y alegría a la vez. La recordé con felicidad. Que juraría haberla revivido en el recuerdo. Porque fue tan real...

   Corría una leve brisa. Tan cálida y fresca. La luna cargada de luz. La noche joven. Pero ya no se trataba de otra noche constante de penumbras, sino que era una noche de esperanza. Un nuevo amanecer, en estan noche esplendorosa de luna llena, en este invierno de fines de agosto. Que quedara en mi memoria para siempre.

miércoles, agosto 19, 2015

AHORA

AHORA

   Y ahora?

   Antes respiraba profundo. Cerraba los ojos para retener las emociones. Algunos días se tornaban imposibles. Yo solo sonreía, intentando superarlo. Pero nunca lo lograba. No dignamente. Cada conflicto, suponía un obstáculo. Por lo cual imposibilitada me sentía para todo. Sentía fuertes dolores en mi pecho. La rutina se había llevado parte de mi escencia. Mi espíritu se adormecía lenta y gradual en su suplicio. Mis emociones también. Simplemente estaba cansada. La salida se visualizaba lejana. Inalcanzable. Desorientada, melancólica, taciturna. La herida era crónica. Así pasaron las horas, los días, los meses, los años. 

   Y ahora?

   Miro el calendario, parte de mi existencia perdida y olvidada. Totalmente en descuidada. Entonces la inexorable lucha tuvo su batalla culmine. Habían triunfado mis mas recónditos y pujantes deseos de ser. Por hartazgo de tanto sobrevivir. 

   Y ahora? 

   El tiempo barrio la miserias. Se llevo consigo el dolor. El olvido sano las heridas. Ya no tengo cicatrices. No me pesa lo perdido. Y hasta podría celebrar que habito en presente. Todo lo demás es pretérito. Respirar cuesta menos, tornándose en algo meramente vital. Los hombros están livianos.

   Y ahora? 

   Y ahora que todo duele menos? 

   Y ahora que nada me hiere?

   Y ahora que puedo sonreír con motivo autentico?

   Y ahora que los fantasmas ya no asustan, ni ahogan... 

   Que los pretextos ya no sirven, y solo estoy yo y mi circunstancia?

   En mi mente solo hay una hoja en blanco y en mis manos se deshace la tinta.

   Pero...

   Qué hacer con tanto sol? Qué sigue?

   Y ahora? Ahora...